La Octava tradicional, es una celebración que se da una semana después del Dia de los Muertos, en Ihuatzio, es el tiempo de decir adiós a las animas de los antepasados antes de su despedida, que se hace mas dulce con las ofrendas de comida tradicional y agua. De nuevo, es un tiempo sagrado para que las familias se reúnan, un tiempo por la comunidad por agregarse, tiempo por el reparto de las ofrendas entre familiares y amigos (y visitantes).
Ihuatzio es el único pueblo en la región donde se cree que nuestros fieles difuntos estarán ocho días de visita entre nosotros. Los altares, permanecen en las casas particulares. Se encienden velas e incienso durante la semana, también se mantiene un silencio en señal de respeto por los seres queridos que están presentes espiritualmente.
El día 8 de noviembre, (octava de “angelitos”) y 9 de noviembre, (octava para los adultos) acuden nuevamente a primeras horas del día al cementerio para realizar la ofrenda y ritual de despedida. Se adornan las tumbas con flores, velas y la provisión de alimentos (frutas) para el largo viaje de vuelta. Ésta ocasión, a diferencia del día 1° y 2 de noviembre; se ofrendan “gorditas de trigo” en lugar del pan de muerto elaborado en la comunidad.
También es muy característico de la octava, ofrecer calabaza y “chilacayote”, cocidos y endulzados a la manera tradicional del pueblo.