El Convento de Santa María Magdalena de Cuitzeo es un antiguo convento agustino de estilo plateresco que data del siglo XVI. El convento de Cuitzeo fue el quinto fundado por la orden agustina en la antigua Provincia de Michoacán. Y hoy en día es uno de los testimonios mejor conservados en el país de la arquitectura religiosa de los primeros años del Virreinato de Nueva España.
El inmueble al tener su origen en un pueblo de misión forma parte de las antiguas Misiones conventuales de Michoacán. Los agustinos titularon el recinto conventual de Cuitzeo en dedicación a “Santa María Magdalena”.
Cuitzeo en la época prehispánica fue uno de los asentamientos del pueblo purépecha que se establecieron en la ribera del Lago de Cuitzeo, hoy en día se conserva en las cercanías la zona arqueológica de “Tres Cerritos” uno de los Yacimientos arqueológicos de Michoacán.
En1550 se inició la construcción del “Convento de Santa María Magdalena” de Cuitzeo por los misioneros agustinos, originalmente el convento de Cuitzeo solo contaba con una sola planta en su claustro al igual que el del Convento de Yuriria, pero más tarde se le agregó el segundo nivel del claustro. Asimismo el portal de peregrinos en la fachada frontal del convento, se colocó en fecha posterior a la terminación de la construcción.
La gran espaciosidad e importancia que cobró el Convento de Cuitzeo permitió que en él se celebraran la mayor parte de los Capítulos Provinciales de la orden agustina de la Provincia de San Nicolás de Tolentino.
En el siglo XIX en la época de la Segunda Intervención Francesa en México, durante el gobierno de Maximiliano de Habsburgo (Periodo: 1864-1867), en Michoacán el convento de Cuitzeo sirvió como cuartel del ejército imperialista. El 7 de abril de 1865 el ejército republicano encabezado por el General Nicolás Régules hizo su entrada a la población, tomando el convento de Cuitzeo. Hoy en día hay una placa en el convento que recuerda el hecho.