Ihuatzio que en lengua P’urhépecha de Michoacán (Jiuatsïo) significa: Lugar o casa del Coyote, originalmente el paraje se conocía como Yacatécharo. Este pueblo se localiza en la rivera del lago a 10 km de Pátzcuaro, forma parte del municipio de Tzintzuntzan.
Es uno de los clásicos poblados artesanales michoacanos fundado por los p’urépechas. Aquí se trabaja con las fibras de las plantas que crecen en la ribera del lago de Pátzcuaro: chuspata, tule y carrizo. Unos diez talleres familiares elaboran con ellas baúles, pantallas de lámparas, macetas secas, canastas, aventadores, servilleteros, chiquihuites, petates, mecedoras, sillones, etcétera.
En su entorno natural domina el bosque mixto con pino, encino y cedro. Su fauna está representada por coyotes, ardillas, armadillos, conejos y comadrejas. Ihuatzio, junto con Pátzcuaro y Tzintzuntzan serían los tres principales asentamientos y sedes de poder de un vasto imperio que abarcó una gran parte del estado de Michoacán.
Ihuatzio fue la primera sede del imperio purhépecha, desde donde se catapultó para convertirse en un poderoso señorío, mediante la conquista o sometimiento de comunidades menores.
Al momento de la conquista española, este era un grupo antagónico a los mexicas. El sitio se distingue por la presencia de arquitectura singular como son los huatziri, caminos elevados que delimitaron espacios y sirvieron como senderos al interior del sitio.
Otra de sus características es la gran extensión de su área nuclear, comparada con los demás asentamientos localizados en las riberas del Lago de Pátzcuaro, además de que es la única de las tres cabeceras del imperio purhépecha, donde se ha encontrado escultura monumental. Durante su época de mayor esplendor el área nuclear de Ihuatzio abarcó aproximadamente 150 hectáreas donde mediante exploraciones arqueológicas se han identificado 84 estructuras, de las cuales sólo se han expuesto 7, todas las cuales están en el área de visita.