Conocida también como la Plaza Grande, se localiza en el corazón de Pátzcuaro y no encontrarás recintos religiosos, lo que la diferencia de otras plazas de la época virreinal. Los orígenes de la Plaza Grande de Pátzcuaro se remontan al siglo XVI.
Se dice que se trazó antes de las ordenanzas en materia de urbanismo de Felipe II en 1573, por lo que la hace diferente a otras ciudades coloniales. La Plaza Vasco de Quiroga es el centro de la ciudad, donde convergen los patzcuarenses, los turistas y los miembros de la Comunidad Purépecha, que acuden a Pátzcuaro provenientes de los diferentes pueblos de la región Lacustre.
Su fuente luce desde 1964 una estatua de bronce de Vasco de Quiroga, el primer obispo de Michoacán, obra del escultor Francisco de Zúñiga.
Rodeada de antiguas casonas y monumentos históricos, entre ellos el edificio que alberga al Ayuntamiento de Pátzcuaro, el Palacio de Huitzimengari, La Casa del Gigante, la Casa del Portal Chaparro, la Casa de la Escalera Chueca, la Casa donde nació Doña Gertrudis Bocanegra y la Mansión Iturbe que fuera Casa de Comercio y Arriería en la época del Galeón de Manila también conocido como la Nao de China, además de haber jugado un papel importante durante la Conspiración de Valladolid, al ser el hogar de uno de los Conspiradores.
La extensión de esta plaza también se debió a su categoría de Ciudad de Michoacán. En 1553 Pátzcuaro recibió la confirmación del título de Ciudad y su escudo de armas; perfilándose como la capital de una de las provincias más importantes de la Nueva España.