El Santuario Guadalupano es considerado como el recinto religioso con las torres más altas de Latinoamérica, con 107,5 m. El recinto es representativo del nuevo orden neogótico que llegó a México en la segunda mitad del siglo XIX. Inició su construcción en 1898, bajo la supervisión del arquitecto Omar Alejandro Bautista, originario de Tingüindín, Michoacán
Por más de siete décadas se le conoció como la catedral inconclusa ya que su construcción quedó suspendida desde la Revolución Mexicana, fue hasta 2008 que por fin terminaron esta imponente Catedral, muy similar a la Catedral de San Patricio en Nueva York.
Al interior del Santuario Guadalupano se encuentra una pared que fuera utilizada por el ejército como muro de castigo y donde se presume muchas personas murieron por su fe.
En ella quedaron plasmados los daños que causaron los impactos de las balas. El lugar ha sido protegido desde la reconstrucción de la obra y se ha mantenido intacto en memoria de todas las personas que en ese lugar murieron.
Tras 100 años de haber iniciado su edificación esta imponente iglesia fue terminada en el 2008. Sus torres de más de 107 metros la convierten en uno de los recintos más altos del mundo.